¿Atrapados en Atrápalo?

In Artes Escénicas, Marketing de las Artes, Teatro by javierdeyork8 Comments

Durante años, Atrápalo ha sido la plataforma de venta de entradas más popular en Madrid y Barcelona. Tanto es así, que se ha convertido en una suerte de Guía del Ocio virtual, donde una parte del público busca la mejor oferta para el fin de semana. Su sistema de puntuaciones y opiniones permite saber qué está bien, qué  puede ser divertido o a quién le ha gustado qué. Es un mérito de la plataforma, que vio muchas cosas antes que sus competidores y que se ha afianzado como la elegida por muchos, incluidas las compañías, que, cuando les ofreces diferentes sistemas de venta, siempre preguntan por Atrápalo, y repiten como un mantra «si no estás en Atrápalo, no existes».

En El Sol de York teníamos, ofrecíamos y usábamos Atrápalo. Lo usamos al principio como taquilla virtual y más tarde, cuando tuvimos nuestra propia tiquetera, lo seguimos ofreciendo como un servicio a las compañías, aunque no nos responsabilizábamos de su coste. ¿por qué? Por que en los los mejores negocios, ambas parten ganan. En Atrápalo, sólo gana Atrápalo.

Su modelo de negocio se basa en que las salas hagan un descuento en el precio de la entrada. Además, cargan una comisión, generalmente del 10% sobre cada entrada vendida y luego le aplican el IVA. Pasemos por encima las implicaciones morales de que una plataforma cobre por sus servicios lo mismo que un autor, (que ya es mucho pasar y deja claro en qué lado del sistema está la balanza) y hagamos números.

Pongamos que tu entrada media es de 15€ y decides ponerlo en Atrápalo a 12€. Pongamos que vendes 50 entradas por Atrápalo.

Posibles ingresos sin Atrápalo       750

Ingresos con Atrápalo                  600

Comisión Atrápalo (10%)               60

Iva Atrápalo (21%)                        12,6

Ingresos reales con Atrápalo        527,4

Tu entrada, que al principio valía 15 y después 12, tiene un precio real de 10,548€. Es decir, ha perdido casi un 30% de su valor original. El público pierde también, porque tú puedes hacer esa oferta desde tu web o tiquetera, pero no puedes saber quién es ni dirigirte a él para darle las gracias ni ofrecerle otro descuento. Eso lo hace Atrápalo, y esa es la otra parte (la más importante) de su negocio.

Cada vez que alguien va a ver una obra de tu sala o compañía, Atrápalo se queda con sus datos. Inmediatamente después, empieza a recibir todo tipo de ofertas por parte de Atrápalo, que hace así negocio con esa información. En internet, los datos son muy valiosos: el que compra una vez está más predispuesto a comprar de nuevo. Los datos que Atrápalo consigue gracias a tu oferta, deberían ser pagados o como mínimo compartidos con quienes provocan su obtención. Así se te recompensa por conseguir la información y además tú puedes usarla  para tener una mejor relación con el cliente que va a tu sala o a tu obra. No es así. Atrápalo y se queda con el dato sin compensarlo y en exclusiva, con lo que cada vez su base de datos es mayor, y cada vez es más necesario acudir a su plataforma.

Atrápalo aducirá que ofrece un servicio, que vende entradas que de otra manera no se venderían, que nadie está obligado a usar su plataforma, que muchas otras también se quedan con los datos… Y ¿sabéis qué? Tiene razón.

Durante años le hemos estado regalando a Atrápalo los datos de nuestros clientes hasta tal punto que ya no sé si nos necesita. Además de entradas ahora vende también hoteles, billetes de avión, restaurantes, cruceros, coches… Me consta que cuando se hizo el primer Surge las salas se comprometieron a no usar Atrápalo ni Entradas.com para ver si con ese apagón de ventas se sentaban a negociar las comisiones. No sirvió de nada. Ahora mismo Atrápalo goza de una posición de privilegio provocada por nosotros mismos, que seguimos regalándole los datos de los clientes que vienen a vernos.

Hay un cuento popular que José María Merino recoge en «Leyendas españolas de todos los tiempos» en el que un pastor se hace amigo de una serpiente a la que alimenta. El pastor se ausenta un tiempo y cuando vuelve al campo y llama a su vieja amiga, la serpiente le reconoce, acude, le envuelve y acaba por engullirle. Os invito a no usar Atrápalo mientras no renegocie sus comisiones, a usar vuestras propias tiqueteras y crear  relación con vuestros clientes, a negaros a pagar un 10% por unos datos que se consiguen gracias a vosotros y a repensar juntos la relación con nuestros proveedores de entradas para que de nuevo ganemos todos.

Puede que sea demasiado tarde, pero la la alternativa es seguir engordando a la serpiente que quizá, algún día, acabe por asfixiarnos

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Comments

  1. Totalmente de acuerdo. De los 5 espectáculos que llevamos sólo el primero estuvo en Atrapalo. Y ya nunca más. Tienen una atención al cliente, nuestros clientes, pésima. Una gestión peor y en nuestro caso, necesitabamos esos datos del cliente para poder contactar con él, característica principal en nuestro tipo de espectáculo, por lo que tiene de nueva forma de ocio, y se negaron a entenderlo y mucho menos facilitarlos. Los datos eran suyos. En fin, estamos en Lets Bonus desde entonces que tiene una demanda de publico muy grande, y es un mejor escaparate. Atrapalo está lleno de subproductos de la cartelera teatral amateur que invaden las salas profesionales… o no.. pero ese sería otro debate… ¿verdad, Javier?…

    1. Efectivamente, ese es otro debate. Y querido Raúl, te agradezco el comentario, pero hacer publicidad de otra plataforma quizá no es lo mejor. Yo me he abstenido de hacerlo en el artículo para que no parezca que hay intereses de parte, pero para mí lo mejor es usar tu propia tiquetera.

      1. Pues llevas razón, no me había dado cuenta!! ¿Se puede re-editar la opinión? Sólo quería expresar que hay gente que lo hace bien. Voy a ver si se puede quitar… Abrazote!!!

  2. Y a todas estas verdades añadamos otras cuantas, como un sistema de evaluación de espectáculos en el que se valora de igual forma a la sala y a la compañía (con lo que te encuentras con valoraciones de tu obra en las que se puntúa si los asientos son cómodos o los baños están limpios), un tiempo medio de respuesta a la hora de modificar la información on line realmente desesperante y una absoluta despreocupación por las compañías de teatro para las que ni siquiera hay posibilidad de contactar con ellos si no es a través de las propias salas o como clientes…

    Sí sigamos dándoles de comer y sigamos repitiendo eso de que “si no estás en atrápalo no eres nada” …

  3. Me parece muy interesante y acertado el artículo, Javier.

    Pero yo diría que Atrápalo hace tiempo empezó a morir de éxito. En nuestras obras hubo un tiempo donde el 80% de las entradas vendidas venían de ellos, y les pagabas contento su 10%, porque te llenaban la sala. Pero de un tiempo a esta parte, por más entradas y descuentos que pusieras en Atrápalo, apenas te traían a un 10% de las ventas. Y es que las obras importantes han dejado de usarlo por sus altísimas comisiones (10% es una barbaridad) y, como consecuencia, el público ha dejado de acudir a Atrápalo por ausencia de las obras más representativas (en mi opinión).

    Cuando monto algo nuevo, ellos me llaman y me insisten para que venda a través de ellos y yo les insisto en que con esas comisiones van a desaparecer… La última vez que lo usé para un concierto me trajeron a 12 personas, menos del 10% del público.

    Quien no se adapta, desaparece.

    1. ¿Quieres decir que nos lo podemos desgravar? El problema es cómo afecta a la recaudación y la desigualdad entre lo que Atrápalo ofrece y lo que da a cambio.

  4. La verdad es que haces una reflexión muy interesante. Muchas veces pensamos en este tipo de servicios desde el punto de vista del cliente y hacemos un análisis de sus ventajas en función de eso… pero hay que tener en cuenta también que hay otra cara de la moneda.

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